Nuestro país necesita reformas profundas para acelerar el camino hacia su desarrollo, entre estas necesidades se encuentra específicamente la profesionalización del Servicio Civil. La buena noticia es que ya contamos con avances en este campo, sin embargo, aún tenemos mucho camino por recorrer. En este artículo te compartimos información y reflexiones al rededor de este tema tan importante.
¿De qué estamos hablando cuando nos referimos al servicio civil? Básicamente, a la función pública. Allí donde esté una institución estatal con personas nombradas para cumplir los objetivos de la función pública, salvo excepciones (como por ejemplo los cargos de confianza, diplomáticos de carrera, efectivos policiales, etc) allí está el servicio civil.
El Estado es un organismo complejo que para que sea eficiente y alcance su mejor potencial necesita tener gente idónea gestionada por un sistema de recursos humanos orientado a desarrollar efectivamente los objetivos del país. Las personas que están al servicio de la función pública, haciendo carrera en las instituciones del estado, son piezas fundamentales para que el país funcione correctamente.
Necesitamos que el organismo público tenga estructuras organizacionales adecuadas para dar el mejor servicio a los ciudadanos, con personas idóneas para el cumplimiento de los roles asignados, que estas personas puedan ampliar sus capacidades haciendo carrera y creciendo gracias a su servicio, todo est́o regulado dentro de un marco que vele constantemente por compensaciones adecuadas en una carrera justa y meritocrática, atendiendo a la responsabilidad fiscal.
Necesitamos acelerar los avances
En Horizonte Positivo Paraguay hemos estudiado la evolución del servicio civil de nuestro país, lo hemos comparado con el de países vecinos, hemos identificado los avances y las debilidades que tiene el nuestro, por medio de consultas con especialistas y documentos, y hemos llegado a una postura institucional sobre qué deberíamos hacer para mejorarlo.
La evolución del Servicio Civil en Paraguay es positiva, hay mejoras, así nos muestra un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo; sin embargo, podríamos posicionarnos rápidamente entre los de mejor desempeño de la región si logramos avanzar con la reforma que necesitamos.
Esta información alentadora nos habla de un potencial futuro positivo, sin embargo, debemos ser conscientes de que nuestra situación actual sigue necesitando de transformaciones profundas para mejorar la calidad del servicio a los ciudadanos.
Los desafíos a los que nos enfrentamos son muchos y altamente complejos, es por eso que hicimos el ejercicio de resaltar cuatro puntos críticos que son parte del problema:
Por meritocracia se entiende el criterio de ordenamiento transversal del sistema del servicio civil en el que la medición de las capacidades y la obtención de resultados son los ejes centrales: desde el diseño de los puestos, pasando por el ingreso de funcionarios en un proceso competitivo, el ascenso mediante evaluaciones periódicas de desempeño, hasta la salida por infracciones o incumplimientos.
Nuestro sistema aún no es del todo meritocrático, ya que todavía no existe capacidad de cumplimiento de lo establecido por la ley en todas las entidades y organismos del Estado a nivel central. No tenemos un Ente Rector con las capacidades institucionales necesarias para hacer cumplir la actual Ley de la Función Pública. Al no regir el criterio meritocrático, dejamos la puerta abierta para que sea el clientelismo político el que defina el acceso y promoción de los funcionarios públicos.
Un subsistema de planificación desarrollado dentro del sistema de Servicio Civil permite prever las necesidades de personal que requiere el Estado, en base a unos puestos previamente definidos en el marco de un plan de carrera, con funciones delimitadas y claras, que requieren de capacidades específicas de quienes los ocuparán. Con esto se garantiza la eficiencia del sistema, al tener el número de funcionarios óptimo para las funciones previstas.
En el caso de Paraguay, tenemos un número de funcionarios públicos como porcentaje del empleo total alto respecto a la población del país, si lo comparamos con países de población similar. Esto nos dice que tenemos espacio para desarrollar un sistema de planificación del servicio civil, y mejorar así la eficiencia del sistema.
Un subsistema de compensaciones que atienda a criterios meritocráticos, genere incentivos apropiados a la obtención de resultados y retribuya la capacidad es determinante para atraer a los perfiles más capaces. El caso del servicio civil de nuestro país tiene el problema que las diferencias entre las compensaciones de los puestos más altos y los de menor rango es relativamente baja, lo que lleva a que las remuneraciones sean competitivas para los escalafones inferiores, pero genera poco incentivos para los superiores.
Además, si se comparan las retribuciones según tipo de trabajo en el Estado con su correspondiente en el sector privado, en los tipos de trabajo no gerenciales los salarios del Estado tienen una prima por sobre sus pares del sector privado. Esto desincentiva la retención de perfiles gerenciales para los puestos públicos.
Al día de hoy, existe un proyecto de ley de reforma del Servicio Civil presentado por el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional para su estudio y aprobación, que aborda, de manera integral, la problemática y propone soluciones. Sin embargo, y aunque a nivel técnico el proyecto sea robusto y respete las mejores prácticas, son muchos los actores que se verán afectados con su aprobación. Dialogar con todos ellos buscando un consenso para dar así esperanzas de una mejor implementación debería ser una etapa imprescindible del proceso de aprobación de la ley.
Necesitamos acelerar los avances
La implementación es el verdadero gran desafío al que nos enfrentaríamos como país.
Esta es una gran causa nacional que necesita de líderes de múltiples espacios para colaborar en el proceso.
Tenemos la oportunidad de generar las condiciones óptimas para que el servicio civil se desarrolle, la participación de la sociedad civil es clave para avanzar en este punto.
Sí, podemos hablar del objetivo de colocarnos entre los primeros tres países de la región con el mejor servicio civil, pero finalmente, lo más importante es que nos miremos de forma introspectiva para moldearnos conforme a las necesidades del país y que los resultados se reflejen en el mejoramiento de la calidad de vida de todas las personas en Paraguay.
Nuestra visión desde Horizonte Positivo Paraguay:
Somos un centro de pensamiento y acción, desde donde valoramos tanto a los análisis y diagnósticos, como a la implementación de acciones que transformen positivamente al país a través del cumplimiento de objetivos concretos.
Como Centro de Pensamiento y Acción, ordenamos nuestra visión y propuestas al tema, de la siguiente forma:
Desde la mirada de Horizonte Positivo Paraguay estamos convencidos de que debemos abordar la profesionalización del servicio civil poniendo foco en tres pilares fundamentales y tres subsistemas esenciales:
Pilares:
- Criterio meritocrático en todo el sistema del servicio público (acceso, ascenso y salida).
- Un ente rector capaz de implementar la reforma.
- Responsabilidad fiscal como delimitante del sistema.
Subsistemas:
1. Evaluación, que permita medir los perfiles y su desempeño contra un estándar preestablecido, que vincule los ejes de meritocracia y rectoría fuerte.
2. Planificación, que defina los perfiles, las capacidades necesarias, y prevea vacantes, acorde a un plan de carrera prestablecido, que vincule la rectoría fuerte con límites fiscales a la contratación de personal y topes salariales claros.
3. Compensación, que genere los incentivos correctos para la búsqueda de resultados y retenga a los perfiles más aptos, y vincule la responsabilidad fiscal con el criterio meritocrático.
A la par de abogar por un cambio sistémico de todo el servicio civil, y que inicie con la aprobación de una ley para luego implementarla en el tiempo, también somos conscientes de que requerirá de esfuerzos prolongados. Por ello, queremos encontrar atajos para la implementación de casos exitosos que sean escalables a toda la función pública mediante pilotos.
Tenemos el compromiso de apoyar estas iniciativas, articulando esfuerzos con el ecosistema de organizaciones civiles con el objetivo compartido de la transformación del país vía mejoras en las políticas públicas.
Estos pilotos no requieren de cambios legales inmediatos sino que permiten el abordaje de problemas particulares del servicio civil que van a apuntalar, en última instancia, un cambio sistémico. Ejemplos de pilotos son el diseño de puestos, con sus perfiles y capacidades requeridas, y escalafones, para toda la función pública del gobierno central, de manera tal a diseñar luego un plan de carrera administrativa para aprobarlo legalmente. Otro piloto podría ser un plan de certificación de directivos públicos, con requerimientos de capacitación y evaluación, para limitar el acceso de los perfiles de confianza política.
En Resumen
Están dadas las condiciones para el avance de la reforma del servicio civil y esta es una oportunidad histórica que como paraguayos no podemos desaprovechar, es momento de acelerar cambios profundos a favor de un mejor funcionamiento del estado y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
Desde Horizonte Positivo Paraguay, creemos que debemos velar por dos cosas:
1. Que el proyecto de ley se apruebe resguardando los pilares de criterio meritocrático, fortaleza en la rectoría y responsabilidad fiscal, lo cual, entendemos, es condición de que la reforma pueda obtener las mejoras buscadas.
2. Que la sociedad civil, y todos los actores interesados, participen activamente durante todo el proceso de la reforma (discusión, aprobación, implementación y evaluación). La ley no soluciona automáticamente ningún problema, debemos trabajar colaborativamente para desarrollar las reformas.
¿Qué opinión tenés sobre este tema? nos encantaría leer tus comentarios o podés ponerte en contacto con nosotros desde horizontepositivo.org.py